UN PENSAMIENTO FELIZ PARA EMPEZAR EL DIA

Ja fa molt de temps que tinc ganes de escriure sobre aquest tema que no es original però a mi sempre m'ha ajudat a prendre les grans decisions en materia de familia, amics, i treball per exemple.
Ho he prés a dues persones importants per a mí Andrea Schiavi, entrenador italià i Stephen R. Covey, el gran escriptor i autor de "Els 7 habits de les persones altament efectives".
L'escric en castellà per que son molts el que ho llegeixen en aquesta llengua. De totes maneres com es el meu sant hem permeto aquesta llicencia.
Cuando las cosas de la vida nos superen, cuando 24 horas al día no sean suficientes, acordémonos de este ejemplo. Bastará un bote grande de mayonesa, algunas pocas cosas y el café...
Un profesor, ante una clase de filosofía, sin decir palabra, coge un frasco grande y vacio de mayonesa y procede a llenarlo con pelotas de golf. Después de unos instantes de silencio, pregunta a los estudiantes si el frasco está lleno. Los estudiantes están todos, al unísono, de acuerdo con el Profesor.
A continuación el profesor coge una caja llena de pequeñas bolas de vidrio (como las que usábamos antiguamente para jugar en la tierra) y la vacio dentro del frasco de mayonesa. Las bolas de vidrio llenaron los espacios vacios entre las pelotas de golf y en ese momento el profesor volvió a preguntar a los alumnos si el frasco estaba lleno. De nuevo todos acordaron con el profesor. Si está lleno.
Ahora el profesor coge una caja con arena y la vierte en el frasco. Obviamente la arena llenó todos los espacios vacios y el profesor preguntó una vez más si el frasco en ese momento estaba lleno de verdad. Esta vez todos los estudiantes asintieron de nuevo.
El profesor, rápidamente, añade el contenido de dos tazas de café al frasco y efectivamente, lleno todos los espacios vacios entre la arena.
Cuando la risa de los estudiantes finalizó el profesor dijo: "Quiero que os deis cuenta que este frasco representa la vida. Las pelotas de golf son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor; las cosas que nos apasionan. Son cosas que, aunque perdiésemos todo y nos quedasen solo estas, nuestra vida sería todavía plena.
Las bolas de vidrio son las otras cosas que nos importan, como el trabajo, la casa, la pasión por un deporte... La arena es todo lo que queda, las pequeñas cosas: el rojo de un semáforo, la moneda regalada a un mendigo, la lluvia del otoño...
Si pusiésemos primero en el frasco la arena, no tendríamos sitio para las bolas de vidrio ni para las pelotas de golf. Lo mismo sucede con la vida. Si utilizamos todo nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, no tendremos nunca espacio para las cosas realmente importantes.
Poned atención en aquellas cosas que son cruciales para vuestra felicidad: jugar con vuestros hijos, coger tiempo para ir al médico, ir más a menudo con vuestra pareja a cenar fuera, practicad vuestro deporte preferido. Siempre tendremos tiempo para limpiar la casa, para reparar el grifo del agua, o sacar la bolsa de la basura. Ocupémonos primero de las pelotas de golf, de las cosas que realmente importan. Estableced vuestra prioridad, el resto es solo arena”.
Uno de los estudiantes alzó la mano y preguntó al profesor que representaban las dos tazas de café. El profesor sonrió y dijo: “Estoy contento de que me hayas hecho esta pregunta. Es solo para demostraros que no importa cuán ocupada pueda parecer vuestra vida, siempre habrá sitio para un par de tazas de café con un amigo”.

NO DISCUTAMOS, SEAMOS CREATIVOS

LLevo ya muchos años tratando el tema de la creatividad, desde el punto de vista pedagógico y desde la practicidad. He aplicado modelos y principios en el mundo laboral y en el deportivo, algunos con buenos resultados y otros no tanto, siempre ha dependido de la receptividad y convicción de la gente, pero de lo que sí estoy completamente seguro es de que donde he aprendido y descubierto más ha sido en las conversaciones abniertas, sencillas y honestas mantenidas con otras personas, tanto de mi entorno profesional o deportivo, como de cualquier otro ambiente.

Recientemente viví una nueva experiéncia, en el marco de mi actividad deportiva, en la que se presentó la oportunidad de abrir una conversación sobre los "elementos fundamentales" y las "palabras clave" a transmitir como ayuda a los jugadores e incidir más en la mejora de su técnica individual, en concreto sobre el tiro.
Pero el interés de los presentes en demostrar que sus puntos de vista eran los importantes degeneró en un acalorado debate que no produjo ningún resultado respecto del planteamiento inicial que se pretendía.
Con ello no quiero decior que aquella acalorada discusión no aportara nada a la mejora de nuestros conocimientos sobre el aprendizaje y el baloncesto, pero de lo que sí estoy convencido es de que no aportó nada nuevo, en ese momento (practicidad), sobre lo que pretendíamos mejorar en aquel instante para aplicar al dia siguiente.
Conclusión: debemos plantear conversaciones donde el objetivo no sea el "tratar de convencer a los demás", donde el "prestar atención a las otras ideas" sea prioritario, donde la "crítica feroz", a todo aquello que no sea nuestro, quede completamente relegada. Tolerancia y diálogo por encima de todo.

"No critiques, encuentra un remedio"
Henry Ford