JUGANDO SIN LA PELOTA
Es evidente que si queremos jugar bien al baloncesto, y teniendo en cuenta que solo disponemos de una pelota y somo 10 los jugadores en pista, por simple estadistica deduciremos que el tiempo que vamos a pasar sin la pelota va a ser mucho. Pues bien!. Hagamos que ese tiempo sea provechoso tanto para nosotros como para nuestros compañeros y, al mismo tiempo, ponga en dificultades a los defensores.
Juguemos con los extremos del cuerpo: los pies, las manos y la cabeza.
Los pies: mantenerlos el máximo de tiempo posible en movimiento y separados el uno del otro, para mantener el equilibrio dinámico, aquel que nos permite actuar con celeridad.
La cabeza: A parte del aspecto físico -mantenerla en la proyección del tronco, sin inclinarla adelante, atrás ni a los lados- utilizarla para pensar, para leer la defensa, para decidir la mejor estrategia a seguir...
Las manos: ¿Porqué he dejado las manos para el final?... Precisamente porque es ahí donde la dejamos habitualmente los entrenadores, al final del proceso de enseñanza del baloncesto cuando tratamos el tema sin el balón.
Las manos (incluimos también los brazos) son la clave del juego sin balón. Las manos deben estar siempre preparadas para recibir la pelota. Las manos, junto con los brazos, han de servirnos para equilibrarnos, para cambiar de dirección, para oponer resistencia al defensor que trata de ganarnos la posición, para bloquear al defensor...
Las manos activas y preparadas impiden las lesiones de los dedos, impiden los pelotazos en la cara, y conforman la imagen del jugador dispuesto, del jugador "listo" para actuar.
Las manos arriba, preparadas, son un gran referente para el jugador con balón que ve en ellas una via de salida o de continuidad al juego colectivo.
Las manos arriba, por encima de la cabeza son signo de deseo de recuperar la pelota cuando se produce el tiro. Ya sea para taponar, como para ir al rebote.
En todos los entrenamientos debe haber un momento para trabajar con las manos arriba, para fomentar la atención en este aspecto: correr con las manos por encima de la cabeza, o con los brazos en cruz. Hace ejercicios de pase con muchos balones en juego para que la atención y la preparación para la recepción sea total. Diseñar ejercicios donde la sucesión de acciones ofensivas obliguen a nuestros jugadores a mantenerse "listos" y que es listos:
- Pies separados
- Rodillas flexionadas
- Hombros un poco por delante de las caderas
- Espalda recta y cabeza en prolongación del tronco
- Visión amplia del área de juego (y visión periférica).
- Brazos abiertos a los lados del cuerpo
- Manos con dedos abiertos y ofreciendo un blanco a la pelota
Y sobre todo... activos, en movimiento, circulando por el perímetro, cortando, poniendo o aprovechando bloqueos, buscando la espalda del defensor, evitando las triangulaciones defensivas, preparandose para el rebote ofensivo, atentos al balance defensivo, reemplazando al compañero que ha dejado su posición y siempre dispuesto a recibir o a ayudar a recibir al compañero.
Hasta la proxima
Juguemos con los extremos del cuerpo: los pies, las manos y la cabeza.
Los pies: mantenerlos el máximo de tiempo posible en movimiento y separados el uno del otro, para mantener el equilibrio dinámico, aquel que nos permite actuar con celeridad.
La cabeza: A parte del aspecto físico -mantenerla en la proyección del tronco, sin inclinarla adelante, atrás ni a los lados- utilizarla para pensar, para leer la defensa, para decidir la mejor estrategia a seguir...
Las manos: ¿Porqué he dejado las manos para el final?... Precisamente porque es ahí donde la dejamos habitualmente los entrenadores, al final del proceso de enseñanza del baloncesto cuando tratamos el tema sin el balón.
Las manos (incluimos también los brazos) son la clave del juego sin balón. Las manos deben estar siempre preparadas para recibir la pelota. Las manos, junto con los brazos, han de servirnos para equilibrarnos, para cambiar de dirección, para oponer resistencia al defensor que trata de ganarnos la posición, para bloquear al defensor...
Las manos activas y preparadas impiden las lesiones de los dedos, impiden los pelotazos en la cara, y conforman la imagen del jugador dispuesto, del jugador "listo" para actuar.
Las manos arriba, preparadas, son un gran referente para el jugador con balón que ve en ellas una via de salida o de continuidad al juego colectivo.
Las manos arriba, por encima de la cabeza son signo de deseo de recuperar la pelota cuando se produce el tiro. Ya sea para taponar, como para ir al rebote.
En todos los entrenamientos debe haber un momento para trabajar con las manos arriba, para fomentar la atención en este aspecto: correr con las manos por encima de la cabeza, o con los brazos en cruz. Hace ejercicios de pase con muchos balones en juego para que la atención y la preparación para la recepción sea total. Diseñar ejercicios donde la sucesión de acciones ofensivas obliguen a nuestros jugadores a mantenerse "listos" y que es listos:
- Pies separados
- Rodillas flexionadas
- Hombros un poco por delante de las caderas
- Espalda recta y cabeza en prolongación del tronco
- Visión amplia del área de juego (y visión periférica).
- Brazos abiertos a los lados del cuerpo
- Manos con dedos abiertos y ofreciendo un blanco a la pelota
Y sobre todo... activos, en movimiento, circulando por el perímetro, cortando, poniendo o aprovechando bloqueos, buscando la espalda del defensor, evitando las triangulaciones defensivas, preparandose para el rebote ofensivo, atentos al balance defensivo, reemplazando al compañero que ha dejado su posición y siempre dispuesto a recibir o a ayudar a recibir al compañero.
Hasta la proxima
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