El baloncesto español a escena
Hace muy poco que nuestra selección acaba de conquistar la medalla de plata de la Olimpiada y además lo ha hecho compitiendo de tu a tu contra la selección de Estados Unidos que, supongo sin premeditación, han recibido los empujones necesarios para hacerce con el oro.
En el fragor de la batalla y con los tambores de guerra todavía resonando en mis oidos vamos a tratar de hacer un análisis de lo que hemos visto y de cuales han sido las claves, a mi modesto entender, para que la final del torneo se haya desarrollado de la manera como la hemos vivido.
Dos apuntes importantes: la baja de Calderon y las faltas personales que ha acumulado Raul en los comienzos del partido. Hesto ha obligado a Aito a dar toda la responsabilidad de la dirección a Ricki y sobre todo ha permitido a Juan Carlos Navarro jugar esos minutos de calidad que durante el torneo le habian estado negados.
La mayoría de las jugadas han sido situaciones de 1x1 y 2x2 lo cual dice mucho en favor del desarrollo y mejora de los fundamentos básicos de nuestros futuros jugadores y jugadoras para que puedan resolver sin la necesidad de grandes desarrollos tácticos.
El juego rápido, con transiciones explosivas, buscando situaciones de ventaja de espacio y tiempo han prevalecido sobre el juego remolón que han mostrado algunas selecciones. El mejor partido de España se ha producido el dia que hemos sido capaces de anotar con facilidad.
Los bloqueos directos entre pivot y base constituyen el arma principal de todas las selecciones, sobre todo en la cabecera de la zona y para iniciar las situaciones de ventaja.
El lanzamiento exterior de los norteamericanos ha sido excelente, supongo que debido a que la linea de 6,25 se les queda corta y para ellos, mentalmente, es como un tiro de dos.
Otra cosa son los pasos de salida, sobre todo en las situaciones de transición ofensiva, en las que los Estadounidenses han sido los principales favorecidos por estar acostumbrados y por la enorme ventaja de espacio que les ha permitido ganar en cada acción. Como anecdota, en la última jugada de la final, Juan Carlos Navarro se ha permitido el lujo de hacer tres pasos, por no decir cuatro, desde parado y los árbitros no han sancionado, supongo que por la carga de culpabilidad que han sentido los arbitros europeos.
Pases muy rápidos por parte de los americanos en todas las situaciones. Su velocidad gestual no tiene nada que envidiar a su velocidad de desplazamiento, y la capacidad para generar juego desde las situaciones de 1x1. Por cierto, una gran defensa, no exenta en ocasiones de antideportividad, pero que ha desmantelado muchas circulaciones de balón.
Y un último apunte por hoy... los equipos han triunfado por encima de las individualidades, incluso EEUU se ha tenido que apuntar a este modelo de juego. Aquellas selecciones que lo basaron todo en su figura de turno han perecido en el demoledor paso de las que fueron un rodillo colectivo. Y el juego físico empleado por determinados equipos ha sido contrarestado con creces por la clase y el buen juego.
Es un buen ejemplo para nuestras futuras figuras del baloncesto.
En el fragor de la batalla y con los tambores de guerra todavía resonando en mis oidos vamos a tratar de hacer un análisis de lo que hemos visto y de cuales han sido las claves, a mi modesto entender, para que la final del torneo se haya desarrollado de la manera como la hemos vivido.
Dos apuntes importantes: la baja de Calderon y las faltas personales que ha acumulado Raul en los comienzos del partido. Hesto ha obligado a Aito a dar toda la responsabilidad de la dirección a Ricki y sobre todo ha permitido a Juan Carlos Navarro jugar esos minutos de calidad que durante el torneo le habian estado negados.
La mayoría de las jugadas han sido situaciones de 1x1 y 2x2 lo cual dice mucho en favor del desarrollo y mejora de los fundamentos básicos de nuestros futuros jugadores y jugadoras para que puedan resolver sin la necesidad de grandes desarrollos tácticos.
El juego rápido, con transiciones explosivas, buscando situaciones de ventaja de espacio y tiempo han prevalecido sobre el juego remolón que han mostrado algunas selecciones. El mejor partido de España se ha producido el dia que hemos sido capaces de anotar con facilidad.
Los bloqueos directos entre pivot y base constituyen el arma principal de todas las selecciones, sobre todo en la cabecera de la zona y para iniciar las situaciones de ventaja.
El lanzamiento exterior de los norteamericanos ha sido excelente, supongo que debido a que la linea de 6,25 se les queda corta y para ellos, mentalmente, es como un tiro de dos.
Otra cosa son los pasos de salida, sobre todo en las situaciones de transición ofensiva, en las que los Estadounidenses han sido los principales favorecidos por estar acostumbrados y por la enorme ventaja de espacio que les ha permitido ganar en cada acción. Como anecdota, en la última jugada de la final, Juan Carlos Navarro se ha permitido el lujo de hacer tres pasos, por no decir cuatro, desde parado y los árbitros no han sancionado, supongo que por la carga de culpabilidad que han sentido los arbitros europeos.
Pases muy rápidos por parte de los americanos en todas las situaciones. Su velocidad gestual no tiene nada que envidiar a su velocidad de desplazamiento, y la capacidad para generar juego desde las situaciones de 1x1. Por cierto, una gran defensa, no exenta en ocasiones de antideportividad, pero que ha desmantelado muchas circulaciones de balón.
Y un último apunte por hoy... los equipos han triunfado por encima de las individualidades, incluso EEUU se ha tenido que apuntar a este modelo de juego. Aquellas selecciones que lo basaron todo en su figura de turno han perecido en el demoledor paso de las que fueron un rodillo colectivo. Y el juego físico empleado por determinados equipos ha sido contrarestado con creces por la clase y el buen juego.
Es un buen ejemplo para nuestras futuras figuras del baloncesto.
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