Las enseñanzas de Ricky Rubio

Después de observar con detenimiento todas las actuaciones de Ricky Rubio durante la pasada preparación olímpica y también durante la olimpiada se confirma un valor que siempre he defendido y que a partir de ahora defenderé con más ahinco e ilusión: el atleta de deportes de conjunto ha de ser imaginativo, creativo, observador, capaz de percibir lo que pasa en su entorno y tomar las decisiones adecuadas en el momento adecuado.

La historia deportiva última de este excelente jugador nos habla de algunos aspectos que será bueno enumerar:

a) No se necesita un super cuerpo atlético para hacer diabluras en una pista de baloncesto
b) La capacidad defensiva no va asociada a la falta de talento ofensivo. Es un magnífico defensor.
c) En defensa, la anticipación y las manos rápidas son fundamentales. Recordar los robos de balón o las recuperaciones debajo del aro o como forzó al final del partido contra Lituania la pérdida de balones de los adversarios...
d) Debemos ser descarados en la pista. No sirve solo adoptar una postura sumisa y resignada, para desarrollar el talento se debe ir un paso por delante de lo que nos dicen.
e) La confianza que desmuestra este jugador hace que esta cualidad deba ser fomentada y desarrollada desde muy pequeños, tanto en el ambiente deportivo como en el familiar y escolar.
f) La dedicación y el trabajo duro se le suponen... ¿quien debe transmitir esos valores a los jovenes jugadores? Su entorno.
g) La imaginación, de donde si no saca todas las argucias que aplica en su juego, es un arma indispensable. Los jugadores deben usar su imaginación y, sin embargo, cuantas veces los mismos entrenadores apagan esta con continuas observaciones, amenazas y correcciones.
Espero que las hazañas mostradas a todo el mudo por el joven Ricky Rubio motive a los atletas jovenes a soñar y usar su imaginación para desarrollar todo su talento, que seguro que tienen, y así alcanzar las metas, que deben ser proporcionales a su deseo de trabajar.